Y no es vedad, dolor: yo te conozco, tú eres nostalgtia de la vida buena y soledad de corazón sombrío, de barco sin naufragio y sin estrella.
Como perro olvidado que no tiene huella ni olfato y erra por los caminos, sin camino, como el niño que en la noche de una fiesta se pierde entre el gentío y el aire polvoriento y las candelas chispeantes, atónitos, y asombra su corazón de música y de pena, así voy yo, borracho melancólico, guitarrista lunático, poeta, y de pobre hombre en sueños, siempre buscando a Dios entre la niebla.
(Antonio Machado)
Pocahontas.
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