jueves, 30 de agosto de 2007

Historia de Amor, Pero que Bonito

Mi muy distinguida y querida Pocahontas; que de vueltas da la vida y más desde que decidí atravesar los muros de este nuestro castillo, mucho ha llovido desde entonces y aunque parece lejano, no hace tanto que marché en busca de mejor buenaventuranza, lo curioso es que sin pretenderlo, el cazador ha sido cazado y este tímido Mercury ha caido en las redes de los amores de galán caballero que con simple maestría satisfizo las necesidades mas básicas del herrante que desgrana con sencillez declarada esta humildes letras. No puedo negar pues que mi felicidad empieza a ser una pequeña semillita plantada en terreno fértil que crece tímida pero fuerte en convicciones y pura como el agua que discurre tranquila pero constante en un arrollo de agua clara; pues si peqña, los días de Romeo han acabado espero para mí; y auqnue muy a mi pesar no pueda compartir contigo mi dicha diária al menos, trataré de hacerte partícipe en estos pequeños escritos que compartimos en este en que narrábamos los acontecimientos acaecidos en nuestro pequeño castillo. Quizás sea hora de transmitir todo aquello que creamos digno de ser mencionado, sucedido en nuestras vidas o en las de nuestros amigos.
Sin más, me despido de tí.