Sentimientos...

Nada es comparable al sentimiento en general, sintamos lo que sintamos es intenso, ya sea rabia, dolor, emoción o incluso el amor; es intenso, sensaciones que nos lleva a polos muy opuestos dependiendo del momento. En estos tiempos que discurren, los sentimientos, están a flor de piel como resortes bien tensados. La cordura o la razón pasan a un segundo plano casi inservible para dar paso a ese ser invisible de nuestro aspecto más visceral, poco razonable y muy directo.¿Quien no tiene arrebatos inesperados en su caracter? El problema es la consecuencia convocada por cualquiera de estos actos por lo general egoístas, ¿De verdad nos merecen la pena? yo creo que no, pero tampoco podemos evitarlo, es nuestra herencia animal dormida esa pequeña parte de reptil que todos tenemos dentro, ¿Nos sorprende entonces que a veces nos comparen con seres semejantes a la serpiente? Pues sí, curioso o no, nunca nos paramos a pensar en las consecuencias, solo en satisfacer la necesidad de dañar al prójimo, de ser por un momento superiores, tener la sartén por el mango, una gloria que se esfuma en el tiempo y de la cual después nos lamentamos. No tenemos remedio, somos lo mismo que comemos animales, y a pesar de nuestro razonamiento quizás lo que más tenemos desarrollado es el egoísmo.