lunes, 16 de abril de 2007

¡¡Oh!! ¡¡Don mercury!!

¡¡Oh!!, me habeis dejado vos en muy mal estado sentimental.No sabia que mis humildes palabras hubieran sido como puñales para ese hombre con pelo en el pecho, y no en su pequeña y voraz lengua.
¡¡Oh!! Don Mercury, seguiremos disfrutando de tus fechorías aún nos pese. Semejantes fechorías sólo lo padecemos algunas pleveyas de este nuestro castillo. ¿Poque nuestra dama Dulcinea no las padece?, ¡¡no es justo!!. Quien sabe, cualquier de estos días alguien puede que te dé un sartenazo, botellazo, ó Dios sabe qué cosa os puede pasar a vos.
Siento mucho que tu Pequeña Luna se te escape de entre tus deditos, ¿quien es ese desconocido que te castiga de esa manera?, permitizme que os de un consejo; llamaz a nuestro Caballero negro.
Es él que se encarga de velar por la seguridad de este nuestro castillo. Pobre del que se atreviese a infringir cualquier intento de agresion, pues será atacado por él y su ayudante All Capone. (El cual proviene de esas tierras lejanas y heladas de Sibéria).
Habla con él. Quizas pueda hacer algo por ese desconsuelo que te invade por culpa de ese tal "Giyito".
Sin mas que decir de momento, un saludo para lo pitufisoldaditos y para las pitufiguerreras defensores de nuestro castillo a las órdenes del Caballero Negro.


pocahontas

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